El Parlamento de Dinamarca ha aprobado este martes, por mayoría, la controvertida reforma de su Ley de Asilo. Esta normativa prevé, entre otras cosas, la confiscación de bienes a los refugiados. Este cambio permite ahora a la policía investigar a aquellas personas que entran en el país y confiscarles bienes que tengan un valor superior a 10 mil coronas danesas (unos 1.340 euros), siempre y cuando no sean considerados esenciales o que tengan un valor sentimental, como las alianzas.