Entre los muertos se encuentra el presunto tirador y un policía, además de varias personas que se encontraban en el lugar durante una fiesta universitaria dedicada al country.
De momento, se investigan las causas de unos hechos que podían haber sido mucho más "graves", dada la cantidad de gente que había en el establecimiento y la altura desde la que se precipitaron, algo más de tres metros.
El edil ‘popular’ Óscar Fernández Monroy se niega a abonar las consumiciones que le reclama el camarero: "Que venga la Policía y haga un atestado”.