El Papa Francisco ha clamado "nunca más la guerra" y ha repudiado a los que hacen negocios vendiendo armas en los conflictos bélicos, arrancando el gran aplauso de las más de 30.000 personas que han asistido a la misa multitudinaria celebrada en el Estadio Olímpico de Sarajevo, el mismo escenario que acogió en su día a Juan Pablo II.