Los investigadores encontraron que el atractivo percibido de las mujeres, a diferencia de los hombres, se basaba enteramente en qué tan bien arreglada estaba.
Esa diferencia de prestaciones en las pensiones no se debe a una legislación "formalmente discriminatoria", sino de acusadas diferencias en el "comportamiento laboral entre los hombres y las mujeres que conforman la actual población mayor".
Las estudiantes aprueban más, tienen mejores notas, abandonan menos... pero tienen más dificultades para encontrar trabajo, cobran menos y sus contratos son más precarios.
Un estudio señala que las mujeres tienen un impacto desproporcionadamente negativo en sus ingresos después de tener un hijo.