Un trabajo de la Universidad de Surrey, en Reino Unido, ha revelado que comer mientras caminas no ayuda a no engordar sino que, al contrario, puede favorecer incluso el sobrepeso ya que al final propicia una mayor ingesta de alimentos a lo largo del día.
Los aperitivos que se consumen fuera de casa entre horas o se llevan en la mochila para realizar una excursión deben ser saludables y no reducirse a los típicos alimentos de elaborados industriales, tal y como han explicado los expertos en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).