Kike Pérez de Rozas era, según su sobrino Emilio, "tremendo amante del deporte y de la fotografía deportiva, loco por los coches y, sobre todo, las motos".
Las realidades que representan en sus imágenes hablan de la vulneración de un mismo derecho humano fundamental: el derecho de asilo, que está regulado por el Derecho Internacional y debe estar salvaguardado por los estados.
La fotografía ganadora se titula ‘Un asesinato en Turquía’ y es obra del fotoperiodista turco Burhan Ozbilici, para la agencia Associated Press, para la que lleva trabajando 28 años.