Nuestra compañera estelar, la Luna, tiene más de nosotros de lo que pensábamos. La ciencia ya sabía que nuestro satélite se había formado hace 4.500 millones de años, cuando un protoplaneta del tamaño de Marte, Tea, impactó contra nuestra joven Tierra. Del catastrófico choque surgió nuestro satélite. Pero, ¿cómo?