Muchos piensan que la vida de unas personas valen más que otras, dependiendo del lugar donde vivan y por eso, las muertes de primera son denunciadas públicamente y se convocan minutos de silencio, manifestaciones y declaraciones de repulsa. Mientras, los que mueren en países pobres, en guerra, explotados por todos, se catalogan de segunda, ¿o de tercera? y pasan a ser meros números que se olvidan fácilmente.