Sin imitar posturas populistas e incluyendo en el debate a los musulmanes, es indispensable que lleve claramente a su terreno el monopolio de la gestión de toda inquietud generada por el islam, desde mínimas incompatibilidades culturales hasta el fundamentalismo.
Los Países Bajos han dado la espalda al populismo y xenofobia del ultraderechista Geert Wilders, que ha subido en votos pero ha quedado lejos de ganar las elecciones.
El Partido Popular por la Libertad y la Democracia que dirige el primer ministro holandés, Mark Rutte, habría obtenido 31 de los 150 escaños en juego en las elecciones parlamentarias, según un sondeo a pie de urna.