¿Por qué hay tantas personas valiosas de las que no se habla y se oculta incluso su existencia? ¿Teme alguien que su buen ejemplo cunda? Hablemos hoy de Melchor Rodríguez, nacido en Sevilla en 1893, fue novillero pero trabajó como mecánico de coches, también como calderero y ebanista.