Estas repatriaciones son facilitadas por el Gobierno desde el año 2015, cuando varios ministerios suscribieron el Protocolo de Actuación contra la violencia de género en el exterior.
El Parlamento Ruso aprobó esta semana, en primera lectura y a propuesta de unas diputadas, que la violencia de género deje de juzgarse por el código penal y se considere solo un delito civil.