Tras descenso entre 2014 y 2016, en 2017 las emisiones subieron y alcanzaron niveles récord en 2018. Se requiere "cambios sin precedentes" a nivel social y global, para evitar más extinciones de especies y reducir la subida del nivel del mar.
Núcleos de población como Madrid, Barcelona, Granada, Valencia y San Sebastián de la Gomera superaron los límites de NO2 en 2016.
Según un estudio de Transport & Environment, las emisiones tóxicas de dióxido de nitrógeno de los vehículos diésel aceleran más el cambio climático en comparación con los mismos modelos equipados con motores de gasolina.
Si se añade la contaminación del agua, el suelo o el cambio climático, la cifra de fallecimientos por enfermedades asociadas a estas causas se eleva hasta los 12,6 millones de personas.
Se trata de la primera vez que se activa este protocolo en la ciudad desde que se creó, dado que solo se había aplicado la restricción de aparcar a los no residentes y la limitación de velocidad a 70 kilómetros por hora en la M-30 y accesos a la capital.