Las autoridades rusas confirman un aumento de actividad radiactiva en la zona de los Urales después de haberlo negado en reiteradas ocasiones.
Llegaron a estar a menos de 50 metros de la aeronave americana, que recogía muestras de posibles restos radioactivos.
Los primeros años los peces mostraban altos niveles de elementos radiactivos, sin embargo cinco años después menos del 1% superan el límite establecido.