Las personas que practican deporte de forma regular a intensidad moderada a partir de los 30 años deberían someterse a un reconocimiento médico, que incluya una prueba de esfuerzo con registro electrocardiográfico y análisis de gases espirados por lo menos, según ha recomendado el especialista en medicina de la Educación Física y el Deporte de Prevención Fremap, el doctor Gonzalo Correa.