Harán falta 15 años sin tabaco para que el cuerpo esté "tan sano como si nunca hubiera sufrido la adicción".
Nuestro cerebro responde mejor cuando cogemos aire que cuando lo echamos. Por eso ante una situación de peligro respiramos más rápido.
Unicef alerta de que unos 300 millones de menores en el mundo viven en zonas donde la contaminación exterior puede superar en más de seis veces las directrices internacionales sobre la calidad del aire.