Llevadas a cabo de noche y a menudo por grupos de hombres que blandían pistolas, cuchillos y palos, las matanzas han provocado escalofríos en los campamentos.
De Suu Kyi se esperaba que liderara una profunda reforma en el país, pero los defensores de los derechos humanos están desilusionados, sobre todo por la situación de los rohingyas.
Cáritas Española ha apoyado con 100.000 euros los programas humanitarios de Cáritas Bangladesh para responder a la crisis de los refugiados rohingya que han entrado en el país huyendo de la violencia en la vecina Myanmar.