De inmediato, el joven nos acercó el vodka y nos invitó a beber, mientras una de las chicas nos ofrecía un sorbo de cola, cuestiones a la que no pudimos negarnos, debido a la insistencia del trío. A esa altura de los hechos, entre tragos y sorbos, los cigarrillos se agotaron.
El grupo estaba formado por la voz de Peppe Napolitano, su guitarra y la de Paolo Propoli, junto a Michele de Martino y su mandolina.
En el siglo XVIII, el reino de Galitzia y Lodomeria se convirtió en la provincia más grande y la de más población del imperio húngaro.
Algo entrada la mañana, decidimos sentarnos a desayunar en una terraza, frente al Casino de San Remo. Mientras paladeábamos un ristretto -ese café expreso corto y fuerte- vimos a una señora setentona, de cuerpo algo entrado en kilos, que iba y venía frente a nuestra mesa.
El 30 de abril pasado se cumplieron 70 años de la muerte de Adolf Hitler y de su esposa, unidos en matrimonio pocas horas antes del desenlace. Eva Braun ingirió una cápsula de veneno. La efectividad de este engendro químico había sido probada con anterioridad por el Führer, quien se lo hizo tragar a su perra pastor preferida, la que murió acto seguido.