El Ayuntamiento condena "el proceder de la familia Franco" en relación con sus obligaciones derivadas del Pazo de Meirás.
La familia del dictador incumple habitualmente sus obligaciones de abrir al público el inmueble situado en Sada, expoliado y regalado a Franco.
Se trata de cinco narcotrafiantes gallegos y ocho asaltantes de nacionalidad colombiana que iban a hacer el pase de droga en Sada (A Coruña).
Lo peor se lo llevan en invierno los galegos de lluvia y calma que decía Miguel Hernández y ésta vez, desmesuradamente los sadenses, a los que cientos de litros que cayeron sobre la comarca les inundaron las calles y les destrozaron sus enseres más queridos.