Esta semana ha sido especialmente traumática para los intereses de la formación en Catalunya, con el sorpresivo abandono de su secretario general y presidente del grupo en el Parlament, Xavier Domènech.
Algunas personas se incorporan ya a sus lugares habituales, después de haber pasado unos días de vacaciones, bien merecidas por cierto. Otros cambiarán su rutina de estos días por la otra de las obligaciones que les tocan, sin vacaciones algunas.
Estamos en Semana Santa, algunas personas se encuentran ya de vacaciones, otros se van a quedar en sus casas, por razones diferentes. Para algunos políticos, esta puede ser una semana de dolor, y hay unos cuantos, quizás demasiados.
Y una vez más, Pablo Iglesias, elige a dedo -desde arriba- a su candidato, vamos, a su “tete”, porque esto va de amiguetes.
Los partidos de izquierda apuestan por crear un "espacio permanente de trabajo" en el Congreso para abordar la crisis territorial en Cataluña. Ambos grupos coinciden en combatir conjuntamente en el Parlamento las políticas del Gobierno de Rajoy.
Discrepa públicamente de la opinión de Pablo Iglesias y sus principales colaboradores, que optan por acortar los plazos.
¿Se dejará comer el terreno Fachin? ¿Pasarán por el tubo los militantes? ¿Se producirá una escisión en Podemos? Todo es posible y vamos a tener unos días realmente interesantes.
Es muy probable que, en un plazo breve de tiempo, unas cuantas formaciones de la izquierda catalana acaben por articular un nuevo partido-coalición, configuren un liderazgo común y asuman el objetivo de intentar ganar todas las elecciones. Ningún problema al respecto. Quizás tengan éxito. Eso sí, antes tendrán que sincronizar sus relojes, repartir una única partitura y aparcar un montón de egos y protagonismos.