El Barça se estrena en la Liga con una victoria frente al Alavés (3-0)

Leo Messi en el partido contra el Alavés (Getty Images)

El Barcelona ha ganado al Alavés en otro partido genial de Leo Messi, que logró el tanto 6.000 de los azulgrana en LaLiga. En un partido soso y lento, el argentino calcó un gol de Ronaldinho al sorprender a la barrera del Alavés con un tiro raso intuyendo que iban a saltar porque en la primera parte ya había estrellado un balón contra el larguero.

Según la crónica de Eurosport, Ernesto Valverde sorprendió con su alineación en el estreno liguero dejando en el banquillo a Coutinho y a los cuatro fichajes del presente curso: Malcolm, Arthur Lenglet y Vidal.

Sergi Roberto jugó en el centro del campo, Semedo en el lateral derecho y Dembélé se ganó la titularidad tras su buen partido ante el Sevilla en la Supercopa.

El Alavés de Abelardo salió con un equipo muy reconocible: las líneas muy juntitas y replegaditos atrás para buscar la contra.

El control del partido del Barça fue total desde el inicio y tanto Messi y Sergi Roberto pudieron abrir el marcador antes de los diez primeros minutos.

El dominio del equipo azulgrana se fue haciendo cada vez más abrumador, pero el ritmo lento provocó que los vitorianos no sufrieran demasiado hasta que Messi estrelló un golpe franco contra el larguero a los 38 minutos.

Un minuto después se comprobó que Dembélé no es un rematador al fallar un gol clarísimo, tras un genial pase de Messi.

En la segunda mitad entró Coutinho para buscar abrir la lata y Sergi Roberto volvió al lateral derecho.

El dominio del Barça seguía siendo tan abrumador como la posesión del balón, pero Pacheco seguía tranquilo y sin sufrir demasiado.

Hasta que Messi tuvo otra falta al borde del área y esta vez acertó marcando un gol de pillo al chutar raso intuyendo que los jugadores que estaban en la barrera iban a saltar. La maravillosa zurda de Leo nunca deja de sorprendernos.

Luego Coutinho rubricó la victoria con un buen gol cuando el partido ya se acababa y los jugadores del Alavés estaban fundidos antes de que Messi hiciera el tercero en el descuento.