Trump achaca su color naranja a las bombillas de bajo consumo

"¿Qué pasa con las bombillas? Las que estamos obligados a utilizar, en primer lugar, y para mí lo más importante, su luz no es buena. Siempre me veo naranja", dijo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, frente a las risas de los congresistas republicanos que estaban asistiendo a una cena en Baltimore.

Durante la cena y durante más de una hora, Trump criticó varios temas ambientales, incluyendo las bombillas de bajo consumo, que son más eficientes en el consumo de energía.

Afirma que éstas son "mucho más caras que las antiguas bombillas incandescentes que funcionaban muy bien" y reitera que su luz "no es buena".

Los críticos suelen bromear con el presidente por el tono de su piel y su pelo. En la cena, dijo que las lámpars de bajo consumo no sólo le afectaban a él, que también veía a los concresistas anaranjados bajo esas mismas luces.

Y no es la primera vez que Trump critica las luces. En un evento en Carolina del Norte, dijo a la multitud: "No soy vanidoso... Pero me veo mejor bajo una luz incandescente que bajo estas luces locas que están brillando sobre mí", dijo en Fayetteville.

La Administración Trump se echó atrás en una serie de exigencias sobre luces más eficientes que habían sido aprobadas por los gobiernos de Barack Obama y George W. Bush. Una de ellas permitirá la fabricación de bombillas que requieren más potencia para encenderse, lo que, según los críticos, acelerará el consumo de energía.

El Departamento de Energía dice que las reglas no impedirán que los consumidores compren las bombillas que desean, diciendo que el mercado ha hecho la transición a los LEDs a pesar de las reglas federales. "Los consumidores están aprovechando el ahorro de energía que aportan los LED".