La terrible vida de los trabajadores de saneamiento en los países en desarrollo
Un informe señala que en los países de África, Asia y América Latina las condiciones de trabajo son indignas, ya que los trabajadores limpian alcantarillas, pozos negros o inodoros expuestos a peligros extremos para la salud, sin tener derechos sociales.
La mayoría de los trabajadores del saneamiento en los países en desarrollo se ven privados de sus derechos sociales y trabajan en condiciones indignas e inseguras. Esta conclusión se refleja en un informe conjunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud y WaterAid, un estudio que ahora se presenta con motivo del Día Mundial del Retrete, que se celebra el 19 de noviembre.
El trabajo de investigación siguió a trabajadores de limpieza de la salud de Bangladesh, Bolivia, Burkina Faso, Haití, India, Kenia, Senegal, Sudáfrica y Uganda. En este grupo profesional se incluyen los trabajadores que se dedican a la limpieza de inodoros, vaciado de fosas sépticas, limpieza de alcantarillas y plantas de tratamiento de aguas residuales.
Wendgoundi Sawadogo, trabajador de saneamiento en Burkina Faso / WaterAid
Según el informe 'Health, Safety and Dignity of Sanitation Workers: An Initial Assessment', una gran proporción de estos trabajadores se encuentran en la economía informal y, como tales, se ven privados de sus derechos laborales y de toda protección social.
Se trata de trabajos que "proporcionan un servicio público esencial, pero a menudo a expensas de su dignidad, seguridad, salud y condiciones de vida".
"Son algunos de los trabajadores más vulnerables" los que a menudo realizan trabajos "no cuantificados y condenados al ostracismo, y muchos de los retos a los que se enfrentan se deben a una falta fundamental de reconocimiento", señala el informe.
Los esfuerzos que se han hecho para cambiar la situación han sido limitados y, según los investigadores, hay que hacer más para desarrollar y documentar buenas prácticas, crear normas y reglamentos, con el objetivo de mejorar las condiciones de trabajo.
Las manos de Muniraju después de vaciar manualmente un pozo, en Bangalore, India / WaterAid
"Hay una falta de políticas, legislación y regulaciones en torno a los trabajadores y, cuando existen leyes, tienden a ser débiles y sólo cubren a ciertos tipos de trabajadores o no tienen el mecanismo de financiación o de aplicación", dice Alette van Leur, directora del Departamento de Políticas Sectoriales de la OIT.
Estos trabajadores, advierten los responsables de este estudio, están típicamente en alto riesgo de patógenos fecales en su trabajo diario.
Además, también pueden estar expuestos a riesgos químicos y físicos. Los trabajadores que limpian las aguas residuales manualmente, por ejemplo, están expuestos a graves riesgos para la salud, como el cólera, la fiebre tifoidea y la hepatitis, así como a gases tóxicos como el amoníaco y el monóxido de carbono. En los países del sur de Asia, la limpieza manual de las aguas residuales está muy extendida.
Aguas residuales después de haber sido desatascadas por una máquina en Nueva Delhi, donde se puede ver una cuchilla / WaterAid
MUERE GENTE TODOS LOS DÍAS
"La gente está muriendo todos los días a causa del saneamiento deficiente y de las peligrosas condiciones de trabajo. No podemos permitir que esto continúe", dice Tim Wainwright, Director Ejecutivo de WaterAid.
Las condiciones de trabajo inseguras también son comunes para los trabajadores que limpian manualmente fosas sépticas y letrinas, así como para los que trabajan en empresas que prestan servicios de alcantarillado, estaciones de bombeo y obras de tratamiento de aguas residuales, donde la capacitación de los trabajadores suele ser insuficiente o inexistente.
Los autores del informe recuerdan que el saneamiento deficiente causa hasta 432.000 muertes por diarrea al año y está relacionado con la transmisión de otras enfermedades como el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea, la hepatitis A y la poliomielitis.
Una mano muestra una jeringa encontrada dentro de la fosa de una letrina familiar, Uagadugú, Burkina Faso /WaterAid
CUATRO RECOMENDACIONES
A la luz de estas conclusiones, los autores del informe hacen cuatro recomendaciones principales.
En primer lugar, señalan la necesidad de reformar las políticas, la legislación y la reglamentación para profesionalizar la mano de obra del sector.
Otra medida es la elaboración y adopción de directrices operacionales para evaluar y mitigar los riesgos laborales de todo tipo de trabajo relacionado con el saneamiento. Defender a los trabajadores y promover su empoderamiento para proteger sus derechos y documentar los desafíos que enfrenta el trabajador de saneamiento son otras de las recomendaciones. También se pide a los gobiernos que ratifiquen y apliquen los Convenios de la OIT sobre seguridad en el trabajo relativos a los trabajadores del saneamiento.
"Todas las personas van al baño y el mundo entero corre el riesgo de contraer enfermedades mortales transmitidas por el agua si los desechos no se tratan adecuadamente. Por lo tanto, los trabajadores del saneamiento desempeñan algunos de los papeles más importantes en cualquier sociedad", dice Tim Wainwright, Director Ejecutivo de WaterAid.
El líder de esta ONG concluye que "es chocante, por lo tanto, que los trabajadores del saneamiento se vean obligados a trabajar en condiciones que ponen en riesgo su salud y su vida". Tienen que lidiar con el estigma y la marginación, en lugar de tener el equipo adecuado y el reconocimiento para el trabajo que salva vidas.
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