El sector del libro presenta al ministerio un Plan Integral para elevar el "bajo" nivel de lectura de España

Desarrollar las redes bibliotecarias, cumplir y dotar de fondos a las leyes educativas en materia de programación de lectura en las aulas y equiparar el IVA que se aplica a los libros digitales ('e-books') al de los libros en papel son algunas de las medidas contenidas en el Plan Integral para el Fomento del Libro y de la Lectura que ha propuesto la Asociación de Cámaras del Libro de España al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Esta organización, que agrupa a las distintas empresas del sector del libro, ha recordado que, según las estadísticas, "en España se lee poco". "Un 35% de la población no lee nunca y otro 7% solo alguna vez", señala.

En este sentido, considera "esencial" y "urgente" trabajar para elevar los niveles y calidad de lectura de los españoles, al entender que la educación "es el único instrumento para afrontar eficazmente los retos que el desarrollo tecnológico plantea a la sociedad".

Además, de iniciativas para tratar de incrementar los hábitos lectores desde la escuela y la facilidad de acceso a libros por parte de los españoles, el plan presentado al ministerio incluye también medidas orientadas a "reforzar el papel de la industria del libro" como "motor económico y cultural" de España, según ha explicado la asociación.

Por un lado, ha destacado que este sector económico supone el 1% de la exportación española, lo que equivale al 3,2% del comercio mundial en este ámbito. Por otro, apunta a que el crecimiento de esta industria y su expansión internacional contribuye a "la difusión y expansión de la lengua común" y de las demás lenguas oficiales y a "conformar la imagen de España en el exterior".

En este ámbito, señala medidas incluidas en el plan para reconocer la propiedad intelectual de las obras y autores españoles y luchar contra el "robo" en este sector, equiparar el IVA de los 'e-books' al de los libros en papel, establecer deducciones del IRPF por la adquisición de libros de texto y deducciones en el impuesto de sociedades a empresas que realicen inversiones culturales.

Asimismo, contempla una batería de ideas para ayudar a la comercialización de libros y al tejido librero y para promover y desarrollar las librerías "de fondo", entre otros objetivos.