ISRAEL VOTA SEGURIDAD

Publican algunos diarios que la victoria de Netanyahu ha sido una sorpresa y que lo que se esperaba es que Isaac Herzog consiguiera ganarle el pulso electoral al líder del Likud, algo que no ha pasado, por la sencilla razón de que la mayoría silenciosa judía desea, sobre todo, seguridad y territorio, en lugar de paz y Estado Palestino.

Publican algunos diarios que la victoria de Netanyahu ha sido una sorpresa y que lo que se esperaba es que Isaac Herzog consiguiera ganarle el pulso electoral al líder del Likud, algo que no ha pasado, por la sencilla razón de que la mayoría silenciosa judía desea, sobre todo, seguridad y territorio, en lugar de paz y Estado Palestino.

A simple vista europea, parece una posición poco generosa e incluso escasamente constructiva. Y, sin embargo, cuando visitas como simple turista la zona, te das cuenta que allí conviven dos sociedades completamente irreconciliables y otras dos tanto en Israel como en la Palestina árabe que no acaban de convencer a sus vecinos de que alguien debe dar el primer paso para poder algún día convivir en paz. Para entendernos, hay palestinos que quieren destruir Israel y otros que quieren tener un Estado para vivir su vida y salir de la miseria diaria. Al mismo tiempo, que hay judíos que consideran lo ganado en la guerra es solo suyo por derecho de conquista, mientras que otros hebreos se manifiestan y pelean cada día por hacer comprender a los ortodoxos que nunca habrá paz si no se les deja construir a los árabes un estado completamente independiente y libre.

Han ganado en una y otra parte los partidarios de la guerra, que ya es una realidad cotidiana en Siria o Irak. ¿Se incendiará definitivamente la zona y los europeos tendremos que correr? Nadie lo sabe, pero las apariencias nos dicen que la victoria de Benjamín Netanyahu y su paso también victorioso por las cámaras republicanas de Estados Unidos no invita al sosiego, y que detrás de ese voto por la seguridad propia, Israel acaba de darle una patada en el trasero a los pacifistas de medio mundo, indicándoles claramente a los palestinos y, sobre todo a Irán y al Estado Islámico, que solo saben hablar de victoria o muerte.