jueves, 25 de abril de 2024 11:42
Opinión

CARTA A LA DIRECTORA 

Soraya Picado
Soraya Picado

Señor Ramón Espadaler, Consejero de Interior,

Hace un mes que tuve que decir adiós a mi hermano, de 28 años, y a su compañera, Mireia de 25 años, sin quererlo, con desconcierto, rabia, desesperanza y con informaciones contradictorias por parte de los servicios que nos atendieron.

Señor Ramón Espadaler, Consejero de Interior,

Hace un mes que tuve que decir adiós a mi hermano, de 28 años, y a su compañera, Mireia de 25 años, sin quererlo, con desconcierto, rabia, desesperanza y con informaciones contradictorias por parte de los servicios que nos atendieron.

Agradezco las explicaciones que nos aportaron Albert Ballesta, Director de Servicios territoriales de Interior de Girona; Enrique Cano, Jefe de Bomberos de Girona; Josep Milan, Jefe de Mossos de Girona; Eudald Casadesús, Delegado territorial y Joan Aloy, Jefe de Mossos del Ripollès. Aunque para mí y mi familia, en ese momento, fueron insuficientes y no del todo aclaratorias.

Entiendo que somos humanos y podemos cometer un error o unos cuantos, podemos no tener constancia de ciertos protocolos, y podemos pensar que la gravedad de la situación no era tal. Pero señores, no sé a ustedes, a mí me han educado y enseñado que cuando se trata de vidas humanas todas las posibilidades son factibles y el "pensamos que estarían bien" (Mireia estaba sufriendo convulsiones) y "no nos imaginábamos lo que nos encontramos" no tiene cabida en mi mente, ni profesionalmente ni en el ámbito más personal, en mi opinión.

De hecho, este escrito señor Consejero, quizás no es para usted, sino para mí, ya que no tengo la certeza de que usted lea estas palabras, pero a mí me acaricia el dolor.

La pasión de mi hermano, Alfonso, es la montaña y los animales. Algunos cazan, otros hacen escalada, realizan rutas o senderismo o van al cine. Mi hermano observaba animales. Espero que donde sea lo pueda seguir haciendo. Como también espero que esté con su compañera. Mireia, reina, espero que estéis juntos y que tú también puedas disfrutar de tus caballos como lo hacías aquí. Los niños hablan mucho de vosotros y yo siempre les digo que estáis juntos en algún lugar y sobre todo en nuestro corazón.

Usted, señor Espadaler, tiene tres hijos, quiera Dios, el destino o la suerte, que no vayan a las montañas catalanas, y quiera Dios, el destino o la suerte también, que no les haga falta ayuda de los servicios que usted tiene a cargo en estas montañas que tanto amamos, porque ESTAMOS DESPROTEGIDOS, TODOS. Y no le deseo ni mucho menos el viaje que tenemos que recorrer nosotros, donde la rabia, el dolor, la pena y la añoranza se funden y se mezclan hasta el punto de no saberlas distinguir.

¿Ha reflexionado nunca que los servicios de los que usted es el responsable no pueden trabajar con calidad? No sé si lo ha pensado, pero seguro que tiene informes y quejas de estos servicios. Lo sabe usted, lo sé yo, y muchos otros.

Por lo tanto señor Consejero, a usted ya mí, ya sólo nos quedan dos cosas por hacer:

Usted revisar los planes de actuación, equipamientos y coordinación entre los equipos de emergencias, protección y seguridad. Tanto usted como yo sabemos que no son los adecuados. La centralización total de estos ámbitos parece no ser buena, y lo digo así porque permítame dudar de que el profesional que recibe las llamadas tenga conocimientos de experiencia en ámbito de Bomberos o Mossos. Y lo que más importante: experiencia en su zona de actuación. Sin desmerecer, en ningún caso, a estos profesionales que tienen encima una carga y responsabilidades acaparadores. Del facultativo que dio instrucciones a mi hermano de cómo llevar la situación de emergencia médica prefiero guardarme la opinión.

Tenemos una red de Protección Civil muy preparada, con formación y material y muy conocedora de la zona donde actúa, sólo hay que dejarla participar y ayudar. En vez de aferrarse a que todo se hizo correctamente, dirija sus esfuerzos a mejorar la situación y a pedir explicaciones a quien sea necesario, por favor.

Y a mí, lo que me queda por hacer es APRENDER a vivir sin mi hermano. Aunque lo sienta cerca, dentro del corazón, no lo puedo ver.

¿Era necesario todo esto señor Espadaler? ¿Podemos hacer algo a partir de aquí? ¿O mirará hacia otro lado como si la cosa no fuera con usted, cerramos el tema y aquí no ha pasado nada? De todos modos el próximo día 26 de febrero antes de las 10h de la mañana, que es cuando tengo entendido que usted comparecerá en el Parlamento para dar las explicaciones oportunas sobre la actuación, nosotros estaremos allí, la familia, los amigos y la gente que nos pueda apoyar, en una concentración pacífica pero visible. Y así se repetirán el mismo día a las 18h a la plaza de los Ayuntamientos de Campdevànol y Manlleu.

Me despido pensando que a pesar de lo que usted o yo podamos hacer, absolutamente nada, hará que esta tragedia no hubiera pasado, ni hará volver a mi hermano, ni a su compañera. Nada. Pero tengo la esperanza de que esto no haya pasado en vano. Usted puede cambiar, si quiere, esta peligrosa situación que estamos viviendo.

Yo creo en las personas Consejero, ¿puedo creer en usted?

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