El Barça pierde el primer clásico de la temporada
Consumido en sus fallos, el equipo azulgrana ha tirado a la basura el gol inicial de Neymar y se ha ido del Santiago Bernabéu este sábado derretido (3-1). Este clásico ha jugado mejor el equipo de Carlo Ancelotti y, al final, no ha jugado a nada el conjunto de Luis Enrique.
Con la alineación inicial, Luis Enrique ha mandado un mensaje contundente. La evolución de la idea --es decir, Rakitic-- debe esperar porque Xavi es mucho Xavi. Y en un clásico, mucho más aún. Había, además, una mezcla de lo tradicional --el genio Messi, el mago Iniesta, el dueño del balón Xavi-- con lo nuevo --la creatividad de Neymar y la capacidad ofensiva de Luis Súarez, más asistente que rematador--.
Con el viento a favor, el Barça ha sufrido con un doble remate de Benzema repelido por el travesaño de Bravo, pero tenía al Bernabéu asustado. Y al equipo de Ancelotti descolocado cuando ha tenido dos ocasiones, la segunda de Messi, clarísima, en la que se ha topado con el cuerpo del providencial Casillas, a quien el público h empezado a pitar y, de pronto, tras esa mágica acción, ha coreado su nombre. Perdonado el campeón de Europa, el conjunto de Luis Enrique ha querido meterlo en el partido con ese penalti extraño de Piqué para acabar con el récord de Bravo. Raro fue porque el central se ha derretido en el suelo --quizá ha resbalado-- con la mano pegada al césped para frenar el centro de Marcelo.
Ni el balón, ni el estilo, ni la personalidad necesaria. Nada tenía a esas alturas el Barça que empezó con Xavi e Iniesta (que además se ha lesionado) en la sala de máquinas y acabó con Rakitic y Sergi Roberto. Ni lo lo viejo ni lo nuevo ha funcionado.
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