La incineradora de Constantí estudia tratar los residuos químicos de Siria

La empresa Grecat (Gestió de Residus Especials de Catalunya SA), que gestiona la planta incineradora de Constantí (Tarragonés), destinada al tratamiento de los residuos peligrosos, ha confirmado que está estudiando la opción de asumir parte de los residuos procedentes de la destrucción de armamento químico en Siria, según informa La Vanguardia.

Grecat es la empresa concesionaria del servicio público de incineración de residuos peligrosos de Catalunya y utiliza el único horno que hay en España para este fin. Las instalaciones de la planta incineradora de Constantí son propiedad de la Generalitat, concretamente de la Agència de Residus de Catalunya (ARC), aunque su gestión es plenamente privada. Además, la intención del gobierno catalán es privatizar la incineradora.

El Organismo para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) ha preseleccionado a 45 empresas europeas para presentarse a un concurso para tratar los resididos procedentes de los agentes químicos generados en el desarme de Siria. Entre esas empresas seleccionadas está Sita, del grupo Suez Environnement, que ha pedido el asesoramiento de Grecat.

La empresa Grecat ha enviado un comunicado en el que confirma que ha recibido una solicitud por parte de una de estas empresas preseleccionadas, sin citar el nombre de Sita, para "ofrecer el tratamiento de algunas materias primas y flujos que, después de haber recibido un tratamiento previo, serán residuos especial".

Grecat se constituyó en 2000 para operar el servicio público de gestión de residuos peligrosos en Catalunya, mediante la unión de tres empresas accionistas: la multinacional alemana Basf, Comsa Emte Medio Ambiente y el Grupo Ecocat. La primera de las tres empresas accionistas de Grecat, la multinacional química alemana Basf, tiene una arraigada presencia en Tarragona. Los otros dos accionistas, Comsa Emte Medio Ambiente y Ecocat son compañías especializadas en la gestión de residuos industriales.

Grecat dispone de la planta incineradora de Constantí, próxima al complejo petroquímico de Tarragona, y cuenta también con un centro de recogida y transferencia de residuos peligrosos ubicado en Barberà del Vallès que, según la empresa, "se coordina con la planta incineradora para garantizar un mejor servicio".