Uno de los efectos más lacerantes que la crisis ha provocado ha sido la acentuación de las desigualdades , el riesgo de exclusión social y la pobreza . Por eso desde CiU reivindicamos un gran pacto contra la pobreza que nos sirva para luchar .
No es fácil en estos momentos de graves dificultades económicas y financieras de la Generalitat afrontar estas necesidades , pero a pesar de la caída de los ingresos y pese a los constantes incumplimientos del Estado en la financiación , el gobierno tiene como prioritaria la lucha contra la pobreza y la exclusión social .
Tampoco nos podemos engañar . Las desigualdades sociales de hoy no son únicamente consecuencia inmediata de la crisis actual, ya que los años de bonanza no sirvieron para consolidar una protección social más justa y un mejor reparto de la riqueza . Debido a esas carencias , las diferencias han aumentado en estos últimos años de crisis .
Por este motivo hay que agradecer el esfuerzo del gobierno de la Generalidad de tener en cuenta los recursos económicos y materiales que hacen falta y de focalizar también sus esfuerzos para buscar la manera de aprovechar eficazmente las oportunidades que los ciudadanos tienen para desarrollarse . Esto pasa por mejorar la formación y para ir adaptando las capacidades de los ciudadanos a las necesidades del mercado laboral .
Este esfuerzo se traduce , a pesar de la crisis , en una dotación de más de 480 millones de euros en la lucha contra la pobreza y en la preservación de los servicios básicos de protección de la persona . Es justo que así sea porque es en los momentos de máxima dificultad económica cuando se debe tener más cuidado de los desfavorecidos . Los datos económicos apuntan a que hemos salido de la recesión , pero las del tercer sector , por ejemplo de Cáritas y de la Cruz Roja , señalan que la situación sigue siendo crítica para muchas personas.
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