Rosell no deja entrar a los niños

He escogido el titular con el único ánimo de complacer al Presidente del Barça Sandro Rosell, que por lo que ha dicho, es el que prefiere, cuando ha decidido él y su junta impedir el acceso al Nou Camp a los niños culés, al parecer, para proteger su seguridad.

He escogido el titular con el único ánimo de complacer al Presidente del Barça Sandro Rosell, que por lo que ha dicho, es el que prefiere, cuando ha decidido él y su junta impedir el acceso al Nou Camp a los niños culés, al parecer, para proteger su seguridad.

En la centenaria historia del club no se conoce, afortunadamente, ningún caso en el que el nen que iba con el avi a ver al Barça haya sufrido el menor daño en su integridad física, ni siquiera cuando los azulgranas jugaban contra el Real de Madrid, que así llaman a los merengues en Buenos Aires, en el que se alineaban juntos Di Stefano, Puskas y Gento contra los Kubala, Cesar y Kocsis.

Para mi, que la decisión del Sandrusco y sus mariachis se debe a una revelación a modo de ángel disfrazado de Forentino que le ha dicho que como en el Bernabeu no entran los niños, pues aquí tampoco deben ir con sus padres y abuelos a pasar el día.

Ojalá la ausencia de la futura cantera de socios culés incremente la continua caída de socios que se viene produciendo en la entidad, para que dentro de unos pocos años, haya que pagarle a la gente para que vaya al campo y no cobrarle, y mucho, como ahora sucede. Porque si lo del patrocinio de la camiseta fue un engaño y una tomadura de pelo, lo de no dejar entrar al campo a nuestros pequeños es un gesto rastrero e imperdonable y además , un acto de cortedad intelectual que roza el encefalograma plano.

Ahora a Rosell y a su Junta solo les falta que se le aparezca el arcángel Joan Laporta y en la próxima remodelación le cambie el nombre al estadio y lo bautice con de "Tamim bin Hamad al Zani", porque entonces el famoso "circulo virtuoso", el patrocinio de todos los patrocinios, se habrá cerrado magistralmente.