LA TORTILLA AZULGRANA COMIENZA A DAR LA VUELTA

Ayer, después de muchos meses de angustia, el Barça volvió a ganar un juicio en un Juzgado. MCM, los amigos de Laporta, que habían sido defendidos por el letrado Mario Conde, perdieron claramente el pleito que mantenían por “sus” derechos en un contrato de publicidad en La Masia de Sant Joan Despí, que les había otorgado ventajosamente el que quiere volver a sentarse en la poltrona blaugrana y repetir sus inolvidables hazañas con una botella de Moët en la mano. El juez los ha vapuleado y, además, les ha obligado a pagar las costas, después de un juicio mediático en el que el también abogado Jan montó su numerito con el tema del catalán, para decirnos a todos que, a patriota, a él no le gana nadie. Total, que a Bertomeu que las ha pasado moradas con tanto pleito, ayer se le apareció la Virgen, y por fin ha podido esbozar una sonrisa y cerrar durante un rato el paraguas.

Tras conocer el fallo de la mañana por la noche, pudo sentarse por fin tranquilo en el palco de Munich y emocionarse viendo como los suyos ganaban merecidamente el billete a Berlín, donde intentarán ganar otra Champions que puede ser histórica si el enemigo a vencer es el Madrid, de su cordial enemigo Florentino Pérez, al que durante el fin de semana también se le puede caer el poco pelo que le queda, si los azulgranas puntúan en el Vicente Calderón y se traen para Barcelona la que podríamos denominar la Liga de Neymar o, si lo prefieren, la Liga de la Resurrección (de Messi, por supuesto).

Y ahora que Luis Enrique es el puto amo de las glorias azulgranas actuales y defiende a su amigo Zubizarreta, ¿quién le devuelve la honra perdida al Director deportivo que fue, literalmente, linchado por varios colegas, guardiolistas de toda la vida, que ahora tratan de disimular y subirse al carro de los vencedores? ¿No tendría que reconocer también el Presidente antes de las próximas elecciones que se equivocó y que tendría que haber tomado la decisión del cese al final de la actual temporada?

Desde luego, como el entrenador asturiano del Barça gane la Liga, la Champions y la Copa del Rey, va dar gusto escucharlo en rueda de prensa. En Munich ya nos puso los dientes largos a los que hemos aguantado el tipo escuchando y leyendo a tanta vaca sagrada durante varios meses de infortunio. Ahora, toca que permitan que sean otros u otras las que cojan las riendas de la información deportiva en sus medios y dejen de pasar por independientes cuando, en realidad, constituidos en un auténtico loby lo único que les interesa es seguir chupando “vitaliciamente” del bote profesional, aunque sea a costa de engañar al aficionado azulgrana.

La tortilla azulgrana comienza a dar la vuelta. ¿Hay que decir nombres?