​Las XXII Becas de Estudios de la Fundación Joaquín Torres de Mequinenza se entregan el viernes en la Sala Goya

Las XXII Becas de la Fundación Joaquín Torres repartirán este año 82.000 euros, 2.000 por beca lo cifra que se convierte en récord como dotación económica. Las becas son fruto de la generosa donación de Joaquín Torres, un mequinenzano que hizo fortuna en América en el mundo editorial y que se destinan exclusivamente a estudiantes universitarios de Mequinenza. Para optar a estas becas, incompatibles con otras ayudas al estudio se deben cumplir unos requisitos: cursar, como mínimo, segundo de la carrera universitaria escogida, reunir los requisitos académicos que el Estado exige en la legislación de becas, haber solicitado beca al Estado y haber residido los últimos 10 años ininterrumpidamente en la localidad.

Durante el acto se proyectará el documental ‘Mar de fons’, un documental que trata la vida en alta mar de 6 de sus protagonistas, producido por el mequinenzano Javi Rodes, uno de los becados, y premiado en el VIII Festival Internacional de Cinema en Català (FIC-CAT) además de haber sido seleccionado para participar en el Festival Internacional de Documentals de Barcelona (DocsBarcelona) el año pasado.

Habitualmente la ceremonia se realizaba en el Salón del Plenos del Ayuntamiento de Mequinenza pero el hecho de que este año se haya batido el récord de becados, 41 en total de 43 solicitudes presentadas, ha hecho que se trasladara a un espacio más amplio para poder dar cabida cómodamente a familiares, amigos y público en general que quiera asistir.

Joaquín Torres Arbio fue emigrante ultramarino más notable y generoso del ‘Poble’. Nació en Mequinenza el 8 de junio de 1901, este filantrópico mequinenzano dejó su villa natal a los 21 años para hacer el servicio militar en Madrid. Allí entró a trabajar en la editorial Espasa, la futura y potente Espasa Calpe, que, en 1926, le envió a Buenos Aires al objeto de crear una filial o delegación en la capital de Argentina. Compatibilizó su trabajo además, como comercial de otras editoriales españolas como Seix Barral y Cervantes. Se dedicó a detectar ediciones clandestinas, fraudulentas, sobretodo las venidas de Chile, así advertía a editoriales y librerías para impedir su adquisición, luchando así contra la piratería. En el año 1931 se convirtió en propietario de la editorial Juventud Argentina. Joaquín Torres falleció en Buenos Aires el 10 de agosto de 1991 y sus restos fueron trasladados por voluntad propia a Mequinenza.