LOS MISERABLES

Siempre he creído que la utilización de personas que sufren algún tipo de enfermedad que la deja incapacitada psíquicamente, es inmoral y deja bien retratadas la catadura moral de quien lo practica. Todo no vale en campaña electoral, la ética debería estar presente en todos y cada uno de los actos de campaña, es algo que debería estar en el manual de buenas prácticas de los políticos ahora que tanto hablan de transparencia.

Escuchar a Marina Geli, al hijo de Comín y otros aprovechados socialistas hablar de Pascual Maragall, líder socialista y ex presidente de la Generalitat, como dando a entender que apoyaría a la candidatura de Mas en estas elecciones, es ensuciar su nombre y manchar su obra y la valentía que tuvo en su día de denunciar los cobros del 3% que decía tener CDC, partido del señor Mas, no nos olvidemos.

Me resulta triste que para conseguir un cargo se tenga que acudir a este tipo de cosas propias de los bajos fondos que ellos desprecian. Todos, cuando han tenido sus cargos durante muchos años, han sido los más socialistas de este país, hasta la Geli aspiraba a ser ministra de sanidad en el gobierno de Zapatero y no le hacía ascos, sino todo lo contrario, pero no consiguió su propósito. Su ambición no tenía límites…. Después, cuando Mas consiguió ser presidente, intentó seguir de Consellera de Sanidad, no le importaba la ideología, sino el cargo, pero le salió el tiro por la culata. Ahora se trata de ser más papistas que el Papa y no se les cae la cara de vergüenza a estos “sociolistos” de utilizar la figura de Pascual Maragall en beneficio propio y de un partido al que no le tenía ninguna simpatía, y que había denunciado públicamente como el partido del 3%.

Que los ciudadanos son inteligentes y saben distinguir claramente a los espabilados, cambia chaquetas y traidores estoy segura.

“La verdad, es el alma de los honestos, la mentira, la de los cobardes, la traición la de los miserables”, decía alguien. Y estos miserables, que los voten para que se vayan a interpretar al teatro la obra de Alejandro Dumas, que lo harán muy bien.