Eduardo Mendoza novela el paso del tiempo en la Barcelona de los últimos 40 años

El escritor Eduardo Mendoza ilustra el paso del tiempo de la capital catalana de los últimos 40 años de la mano de su clásico detective loco en la novela 'El secreto de la modelo extraviada', donde muestra la "encrucijada de una Barcelona que pasa a ser de una ciudad secundaria a protagonista y reina", no exenta de corrupción.

"Quería explicar qué ha sucedido en este lapso de tiempo" con una perplejidad entre los dos momentos, que acaba por desencantar a los protagonistas de la novela, pero no al autor de 'La ciudad de los prodigios', para quien el turismo no ha sido malo para una ciudad que ahora tiene superávit y no tiene cacas de perro en las calles.

"Por mi parte no hay desencanto de Barcelona; esta ciudad me ha brindado otra vez la posibilidad de escribir un libro", ha subrayado Mendoza, que ha eludido el debate soberanista actual.

Curiosamente, el detective loco -que no tienen nombre, como en ninguna de las otras novelas del autor-- aparece envejecido en una ciudad rejuvenecida y de moda, aunque el escritor ha insistido: "No hay balance ni comparación porque es imposible".

El detective loco, que también protagonizó 'El misterio de la cripta embrujada', 'El laberinto de las aceitunas', 'La aventura del tocador de señoras' y 'El Enredo de la bolsa y la vida', recuerda un caso cerrado de los años ochenta y no ceja en su empeño de resolverlo más de 20 años después.

La corrupción aflora en la novela como el "calorcito y la lluvia en la ciudad", ha indicado Mendoza, que ha dicho tener mucha memoria para los detalles, lo que le facilita escribir cosas de un pasado reciente.

Sobre las teorías que sitúan la novela 'La ciudad de los prodigios' como el inicio de la marca Barcelona, Mendoza ha admitido con sorpresa que, "en un momento en que la ciudad estaba un poco apática", intuyó un cambio y que Barcelona se iba a convertir en una ciudad importante.

De todas formas, ha resaltado que en la base de todos sus novelas se encuentra su irritación para con el tópico publicitario de una Barcelona ciudad de fiestas y congresos y balcón del Mediterráneo, que ha tachado de "imágenes de baratillo".