¡LA QUE NOS ESPERA!

Mientras la CUP le volvía a decir al Señor Mas que NO, que presentara otro candidato y de paso, los antisistemas le exigían el día anterior en las negociaciones del Palau una ATLL pública, lo cual significa 900 millones de euros a devolver a ACCIONA y al banco brasileño que invirtió fiándose del President unos cuantos millones más, y luego "desobedecer" sin dudarlo un instante, una venidera sentencia del Tribunal Supremo y varias del TSJC, la ciudadanía asistía a un espectáculo bochornoso que sus dirigentes políticos se muestran incapaces de reconducir.

Y visto así el panorama, lo único que vamos a conseguir no es llegar a Ítaca como cantaba Llach a sus admiradores de Junts pel sí, sino engancharnos en un conflicto del que, nada ni nadie va a lograr separarnos. El cansancio y el hastío que viven los españoles se ha vuelto ya insoportable. El Rey ha entrado en escena. ¿Cúando lo harán las fuerzas de seguridad y/o el ejército? ¿En que momento se formará en Madrid un gobierno de "salvacion nacional" que nos toque la oreja? ¿Es que acaso ha habido en Europa una independencia pacífica?

Como soy un periodista de la radio siento una gran admiración por el vasco Iñaki Gabilondo. Sus mensajes de los últimos meses ponen los pelos de punta. Escúchenlos. Los sigo con auténtica preocupación. A algunas personas les parecerá una idiotez, pero mucho me temo, que los mismos que nos juzgan alarmistas o exagerados a los que nos tememos lo peor si no hay un acuerdo, se van a caer de bruces ante el precipicio que nos espera a todos si la situación no se reconduce hacia otros derroteros políticos.

Digan lo que digan, Artur Mas no es el único problema. Lo son --y más graves-- aquellos y aquellas como la Señora Rovira que se camuflan tras el desgaste de Convergència, que con su suicidio parlamentario, nos dejan sin aquel partido catalizador de tantos excesos independentistas cuyo peaje millonario se cobró la familia Pujol mientras los políticos madrileños de variado signo ideológico miraban para otro lado. De aquellos polvos vienen estos lodos en los que nos hemos embarrado todos. Esperen a ver cómo tras el 20 de diciembre se divide el voto en las Generales y cuéntenme a continuación con qué energía cuenta el Estado para afrontar esta crisis institucional desde un gobierno de coalición.

Llegados a ese punto, ¿creen los nacionalistas españoles que Mas y la CUP no se van a poner de acuerdo para desesperación de los sectores económicos y empresariales de Catalunya? Verán, si eso sucede, cómo vuelve a cambiar de bando el Conde de Godó. Al tiempo.

¡La que nos espera!