Arranque tenso de la reunión entre Rajoy y Sánchez
Más fríos que el hielo. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, han inicado su reunión en el Congreso de los Diputados minutos después de las 17.00 horas entre gestos de evidente tensión. Ni siquiera se han dado la mano ante los fotógrafos presentes.
Más fríos que el hielo. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, han inicado su reunión en el Congreso de los Diputados minutos después de las 17.00 horas entre gestos de evidente tensión. Ni siquiera se han dado la mano ante los fotógrafos presentes.
Ambos se habían citado en la antesala del comedor de Presidencia del Congreso, a donde han llegado juntos. La sala estaba preparada con dos sillones y sendas banderas de España y la Unión Europea.
Los dos han posado de pie, con gesto serio, ante las cámaras y en ningún momento se han estrechado la mano. Cuando iban a sentarse, el líder de los socialistas ha hecho el gesto de tendérsela, pero la ha recogido rápidamente cuando ha visto que Rajoy se sentaba sin mirarle.
Después de la reunión comparecerán ambos ante los medios de comunicación: en primer lugar lo hará el líder del PP y después el candidato designado por el Rey para intentar formar gobierno.
En el encuentro de jueves entre Rajoy y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en la cita que tuvieron en la Cámara Baja, sí se saludaron estrechando la mano y sonrientes. Eso sí, el presidente del partido naranja no quiso repetir el saludo cuando se lo pidieron los periodistas.
Fuentes 'populares' han reconocido que esperan poco de la cita de Rajoy con Sánchez, aunque el presidente quiere explicarle con detalle su propuesta de un gobierno de coalición, que consideran lo mejor para España.
Los socialistas insisten en que no cuentan para nada con el PP en su búsqueda de apoyos para la investidura. Sánchez ha reiterado que es necesario que el partido de Rajoy pase a la oposición para "regenarse", un mensaje que previsiblemente reiterará este viernes después de los últimos escándalos de corrupción que han afectado a los 'populares'.
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