Athletic, Sevilla, Valencia y Villareal allanan su pase a octavos de la Europa League

Los cuatro equipos españoles con representación en la Europa League -Athletic, Sevilla, Valencia y Villareal- han conseguido llevarse una victoria, muy valiosa en la mayoría de los casos y definitiva en el caso del Valencia, que les allana el camino hacia los octavos de final de esta competición europea. 

En primer lugar, el Athletic Club ha hecho los deberes en Francia al imponerse al Olympique de Marsella (0-1) gracias a una obra de arte de Aritz Aduriz, que puso a favor una eliminatoria que dejó poco fútbol, pero el justo para que el artillero vasco pudiera hacer de las suyas nuevamente.

Ninguno de los dos conjuntos salió con convicción a por su rival y ambos optaron por guardarse las espaldas por delante de otra cosa. El Vélodrome fue testigo de un duelo en el que ambas escuadras se mostraron excesivo respeto, en detrimento del juego combinativo y originando ocasiones con cuentagotas, aunque la figura de Aduriz, que ya marca hasta cuando el peligro ni siquiera acecha, decantó el duelo.

El encuentro fue espeso desde el minuto uno, con pugnas constantes en el centro del campo para hacerse con el control del partido y demasiadas interrupciones. Las dudas en las tareas ofensivas fueron en perjuicio del fútbol vistoso y la única manera que encontraron Olympique y Athletic de generar peligro fue el balón parado.

EL SEVILLA HACE LOS DEBERES

Por su parte, el Sevilla solventó sin problemas (3-0) con dos goles de Fernando Llorente y uno de Kevin Gameiro su estreno en la Europa League ante el Molde FK y dejó prácticamente sentenciada la eliminatoria de dieciseisavos de final antes de viajar a Noruega.

Los de Unai Emery salieron un poco dormidos al césped del Sánchez Pizjuán, y aunque lograron tener el control del balón y lo manejaron a su antojo, no encontraron la forma de atravesar la barrera defensiva de los de Ole Gunnar Solskjaer. Los andaluces lo intentaron desde fuera del área sin ninguna suerte.

No fue hasta casi los 20 minutos de partido cuando el Sevilla, con un disparo de Banega, creó peligro sobre la portería de Horvath. El argentino, uno de los más activos de la primera mitad junto al canario Vitolo, armó la pierna derecha y soltó un zapatazo que pasó muy cerca del palo izquierdo del guardameta rival.

EL VALENCIA SE 'DESATA' EN LA EUROPA LEAGUE

El Valencia solventó sin complicaciones con un espectacular Santi Mina (dos goles y dos asistencias) su estreno en la Europa League ante el Rapid Viena (6-0) y dejó así resuelta la eliminatoria de dieciseisavos de final antes de viajar a Austria.

Los de Gary Neville salieron 'desatados' al césped de Mestalla y desde el primer minuto desactivaron a un Rapid de Viena que no estuvo fino en ninguno de los aspectos del juego. El conjunto 'che' presionó muy arriba desde el minuto uno y pasó por encima de los austriacos en intensidad, lo que hizo que los de Zoran Barisic cometieran muchos errores en zonas de peligro.

Hay que remontarse tiempo atrás para ver a un Valencia tan 'enchufado'. Cuando todavía había gente acomodándose en sus asientos y tras un pase perfecto de André Gomes al centro del área, Santi Mina fue más listo que Maximiliam Hoffman y abrió la lata en el minuto cuatro. Un jarro de agua fría para el Rapid Viena nada más comenzar el encuentro.

EL VILLAREAL CONSIGUE ADELANTARSE CON UN SOLITARIO GOL A UN NÁPOLES MUY SERIO

El Villarreal ha superado al Nápoles (1-0) en el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Europa League en El Madrigal, en un duelo de extrema dificultad en el que Denis Suárez se convirtió en héroe local al transformar una espectacular falta en los compases finales, haciendo los deberes para afrontar la vuelta con la tranquilidad de la ventaja cosechada.

La Europa League citó en dieciseisavos a dos de los equipos llamados a luchar por el título, un duelo de nivel 'Champions', como recordó el técnico del club castellonense esta semana. Los clubes se vieron las caras por tercera vez en la competición, con ganador alterno en los dos precedentes y con fuerzas previsiblemente igualadas a priori de nuevo.

El cuadro napolitano planteó un enfrentamiento con la presión muy alta, con el objetivo de robar balón rápidamente en campo contrario y finalizar jugada con celeridad. A pesar de que la jugada le salió bien y el encuentro se tornó de ida y vuelta con continuas llegadas a las áreas, la falta de acierto se volvió en su contra.