El pedófilo que quería una “ciudad subterránea” para sus víctimas
El pedófilo belga Marc Dutroux planeaba, según su antiguo abogado, “raptar varias criaturas” y crear una “ciudad subterránea” en una mina abandonada donde mantendría a sus víctimas presas, ha avanzado The Telegraph.
El pedófilo belga Marc Dutroux planeaba, según su antiguo abogado, “raptar varias criaturas” y crear una “ciudad subterránea” en una mina abandonada donde mantendría a sus víctimas presas, ha avanzado The Telegraph.
Dutroux protagonizó el caso que dejó en shock a Bélgica y al mundo, que terminó con la cadena perpetua del pedófilo, sin derecho a libertad condicional, por el rapto y violación de seis niñas y el asesinato de cuatro de ellas.
Antes de ser condenado, Dutroux confesó a su abogado que su idea era “raptar niñas en masa y después crear, en una mina, algo así como una ciudad subterránea en la que el bien, la armonía y la seguridad prevalecieran”, reveló el abogado a la revista belga Soir Mag.
Marc Dutroux ingresó en prisión en agosto de 1996, dos días después de la desaparición de Laetitia Delhez y Sabina Dardenne, dos adolescentes que fueron encontradas vivas en un sótano en una de sus casa en Marcinelle, al suroeste de Bélgica. Su furgoneta había sido vista en la localidad donde Delhez vivía y esa pista llevó a su detención dos días más tarde.
En las semanas siguientes se descubrieron los cuerpos de Jukie y de Melissa, dos amigas de ocho años que habían sido repatadas un año antes, en Liége y que murieron de hambre. Sus cuerpos fueron encontrados en el sótano de otra casa de Dutroux. Poco después se descubrirían los cuerpos de las jóvenes An Marchal, de 17 años, y de Efeje Lambrecks, de 19, enterrados en el patio trasero de otra propiedad del criminal.
Dardenne, una de las jóvenes encontradas con vida, contó durante el juicio que su raptor usaba un nombre diferente y que, a pesar de que abusaba sexualmente de ellas, insistía en que las estaba protegiendo de personas “malvadas”.
Escribe tu comentario