El Vaticano vuelve a detener al padre Vallejo, acusado de revelar secretos de la Santa Sede

El Vaticano ha vuelto a detener al cura español Lucio Vallejo, acusado de haber revelado secretos de la Santa Sede. La máxima autoridad eclesiástica ha revocado la prisión domiciliaria a la que estaba sujeto, por haberse puesto en contacto con el exterior. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, ha afirmado este sábado que Vallejo, acusado junto a otras cuatro personas en el caso conocido como ‘Vatileaks 2’, ha sido nuevamente detenido por la policía del Vaticano para que dejase de comunicarse con el exterior.

El Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano ha optado por esta medida puesto que el sacerdote español “ha violado la prohibición de comunicarse con el exterior”, ya que esta era la condición de la que dependía la prisión domiciliaria. “Mantenía contacto con personas. La prisión domiciliaria estaba condicionada a la comunicación. Es por esto que ha sido detenido de nuevo, para que no continúe manteniendo comunicación con el exterior”, ha señalado el portavoz del Vaticano.

Vallejo fue secretario de la desaparecida Comisión Investigadora de los Organismos Económicos y Administrativos de la Santa Sede (COSEA) y fue acusado de divulgar documentos clasificados del Vaticano. Lucio Vallejo fue detenido el 1 de diciembre de 2015 por el Vaticano, como medida preventiva, y el 23 de ese mismo mes se le impuso prisión domiciliaria.

Además del cura español, también están acusado la exrelaciones públicas italiana Francesca Chaouqui, el excolaborador del COSEA Nicola Maio y los periodistas italianos Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi. El juicio de las cinco personas acusadas de haber robado y divulgado documentos confidenciales financieros de la Santa Sede se ha retomado a puerta cerrada para “analizar la correspondencia y equipamiento informático relevante para el proceso”. La próxima sesión del juicio se celebrará el lunes 14 de marzo y estará abierta a los medios.

El procurador del Vaticano consideró que los cinco habían cometido los delitos entre marzo de 2013 y el 5 de noviembre de 2015. Según el procurador, “se asociaron y formaron una organización criminal con composición y estructura autónoma” y “con posterioridad revelaron noticias y documentos relacionados con los intereses fundamentales de la Santa Sede y del Estado” del Vaticano.