Margallo y de Guindos, los conspiradores del PP contra Rajoy

El resultado electoral del pasado 20 de diciembre del Partido Popular no podía pasar inadvertido. Y es que el propio Mariano Rajoy sabía que, con el pobre resultado de 123 diputados, a pesar de haber ganado las elecciones, traería cola. 

De hecho, el propio presidente en funciones es consciente que hay sectores y personas concretas dentro del partido que quieren que deje el liderazgo. Pero, las que sí que no se esperaba eran las conspiraciones de García Margallo y Luis de Guindos para moverle del sillón principal del PP. 

Y es que el ministro de Exteriores se habría auto postulado como posible nuevo presidente del Gobierno. Este hecho provocó el enfriamiento de las relaciones con Mariano Rajoy, hasta el punto de que este último dejó de convocar al ministro para pedirle opinión sobre asuntos de Gobierno. 

Ahora, fuentes de La Moncloa, aseguran que Margallo ha dado marcha atrás y se reunió con Rajoy para asegurarle que no estaba conspirando contra él. 

DE GUINDOS Y MARIO MONTI

Otro de los conspiradores es Luis de Guindos, que habría diseñado y estaría a la cabeza de la 'Operación Mario Monti', a imagen de los que ocurrió en Italia con la designación de Monti como una salida para resolver la situación de crisis en el país por encima de los partidos políticos mediante el nombramiento de un 'técnico' bien cualificado desde el punto de vista económico. 

La 'Operación Monti' sería posible gracias a las buenas relaciones y la buena imagen que Luis de Guindos ha conseguido forjarse en Europa y, al ser consciente de ello, está dispuesto a utilizarla para hacerse con la presidencia del gobierno español. 

En esta Operación también estaría implicado el ministro de Industria José Manuel Soria, que pasaría a ser el nuevo presidente nacional del PP, ya que de Guindos no podría asumir ese cargo al no ser militante del PP. 

De Guindos tendría planeado llevarla a cabo después de las posibles elecciones generales del 26 de junio, si Sánchez fracasara en su intento de conseguir la presidencia. Como las previsiones demoscópicas apuntan que esos comicios no resolverán el actual bloqueo político, porque en gran medida se repetirán los resultados del 20-D, con lo que volvería a ser imposible la formación de una mayoría de Gobierno.