LA COLAU INDEPENDENTISTA

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona

Dicen que cuando cualquier persona cambia de estatus profesional, su vida puede pasar de un extremo a otro si sus valores, creencias y principios no están bien asentados. A veces es difícil continuar con los pies en el suelo y no subirse a las nubes del éxito, la vanidad y el complejo de superioridad.

Muchos --no todos-- de nuestros políticos y, sobre todo, los de la nueva ornada surgidos de los movimientos populares --tampoco no todos-- se olvidan rápidamente de su procedencia y se convierten en divos de la política por obra y gracia de su ego y el grupo de palmeros que los acompañan en el ejercicio de su “nueva” profesión que es la política, a la que le han cogido el gustillo y lucharán para no dejar.

Todo lo que explico una líneas más arriba es lo que le está sucediendo a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la frustrada actriz que encontró su hueco para ser protagonista de las tristes historias de las personas desahuciadas. Fue todo un modelo para alcanzar la popularidad como la Juana de Arco que lucha contra los poderosos para defender a los más débiles, eso sí, cobrando por ello como se ha demostrado posteriormente. Una vez conseguida su presencia en los medios, saltó al “teatro” de la política y “si te he visto no me acuerdo”, pues siguen los desahucios en la ciudad de la que ella es ahora alcaldesa. Además, sus meteduras de pata se conocen día sí y otro también.

Sus mejoras en las políticas sociales no se conocen o al menos no llegan a las personas afectadas. Eso sí, ella pese a lo que dijo no se ha apeado del coche oficial y de las prebendas que conlleva su puesto, como había criticado de sus antecesores en el cargo.

La imprevisible Colau, tan mal aconsejada, no tiene en cuenta a quienes la han votado y ahora se suma a la manifestación independentista por las presiones de algunos de los partidos que le dan apoyo. ¿Es la alcaldesa de todos? Creo sinceramente que no, ahora se ha cambiado a los que no la han votado. Curioso, ¿eh?

Un cargo público con responsabilidades de alcalde, presidente, etcétera, no debería tomar partido por ninguna opción partidista, venga de donde venga. Eso es lo que pienso y creo que la alcaldesa Colau una vez más ha metido la pata hasta el fondo, como es habitual en ella.

Conseguir algo y saber utilizarlo son cosas distintas, compañera alcaldesa, no lo debes olvidar.