miércoles, 24 de abril de 2024 20:00
Opinión

PUIGDEMONT QUIERE GANAR TIEMPO

Carmen P. Flores
Carmen P. Flores
Directora de Pressdigital

Directora de PressDigital

Puig


Dicen que una semana es mucho tiempo en política, pues imagínense poder contar con casi un año, para hacer que las cosas cambien. Eso es lo que ha debido pensar el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, viendo como está el panorama y los malos resultados electorales que puede obtener su partido, la antigua CDC, que no llena de entusiasmo, sino todo lo contrario. Por eso, lo que pretende el presidente es ganar tiempo para ver si las cosas mejoran en su formación, se queman los adversarios, ERC, y la CUP se tira al monte definitivamente, siendo coherente con sus ideas. ¿Será así? Que se lo pregunten a Fernández, el que antes se enfrentaba a los Mossos d’Esquadra y ahora les da clases. La lógica para algunos antisistemas no existe o está estrechamente relacionada a sus intereses particulares. Solo hay que recordar el abrazo que se dio en su día con Artur Mas y los encuentros posteriores que han mantenido ambos dos. Dicen que los extremos se tocan y en este caso se cumple. “Los astutos vencen siempre en el primer momento y suelen ser vencidos antes del fin”, suelen decir los filósofos.


La estrategia de Puigdemont de alargar la legislatura lo máximo posible, le puede costar el sitio si sus socios, dentro y fuera del gobierno, adivinan la jugada. ERC, que se sabe ganadora de un adelanto electoral, no está para muchas tonterías y las discrepancias -aunque disimuladas- con Oriol Junqueras son múltiples y solo les une la “hoja de ruta”: las aspiraciones de una República Catalana que solo es alcanzable en los sueños. Y los sueños, sueños son como todos sabemos…


Mientras, los imprevisibles de la CUP, que dan una de cal y otra de arena en su apoyo al gobierno, no se van a conformar con palabras, sino con hechos, por mucho que Puigdemont aplique aquello que dice un refrán popular: “Hablando hablando, la ocasión se va pasando”. Esta estrategia la puede aplicar un par de veces pero no siempre.


Mientras todo esto sucede, en su propia casa, su mentor Mas está que trina con él por no darle todo el protagonismo que le había prometido. Se ha dado cuenta que el poder solo debe ejercerlo el que lo tiene porque “el mandar no admite par”.


Por si esto fuera poco, JxSí, la formación en la que no fue de cabeza de lista el presidente pero lo eligieron a él como presidente, está como unos zorros. ¿Quién manda? ¿Qué está sucediendo con los independientes? Pues que estos últimos, como el economista Bel, empiezan a decir que el grupo es un desastre, que nadie manda y que cada uno hace lo que le viene en gana. ¿Disciplina de partido? ¿De qué partido?


Ante este panorama y como todavía hay excusas para echarles la culpa a Madrid y al PP, Puigdemont quiere seguir ganando tiempo y alargar al máximo la convocatoria de elecciones para conseguir unos resultados lo menos malos posible, porque la unidad de los partidos no es hasta que Dios los separe, sino hasta que las encuestas den más ventaja a ERC, Podemos y la CUP, para formar un tripartito, de izquierda, independentista y salvadores de la patria.


Pero Puigdemont sabe que debe utilizar el ejemplo de los corchos: “En la vida, los bloques de granito se hunden, los corchos siguen flotando”.

COMENTAR

Sin comentarios

Escribe tu comentario




He leído y acepto la política de privacidad

No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.

Más opinión
Opinadores
Pressdigital
redaccion@pressdigital.es
Powered by Bigpress
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS. EDITADO POR ORNA COMUNICACIÓN SL - Publicidad
Aviso-legal - Política de Cookies - Política de Privacidad - Configuración de cookies - Consejo editorial
CLABE