El atleta paralímpico que hubiera ganado el oro en los JJOO
Abdellatif Baka hubiese puesto en un aprieto al corredor norteamericano Matthew Centrowitz, campeón olímpico en la prueba de 1.500 en Río 2016.
El atleta Abdellatif Baka, corredor paralímpico que compite en la categoría T13 de discapacitados visuales más leve, se hubiese hecho con la medalla de oro en la modalidad de 1.500 metros llanos en los pasados Juegos Olímpicos de Río.
Baka corrió la prueba en 3:48.29 mientras que al estadounidense Matthew Centrowitz, campeón olímpico en Río 2016, le costó 3:50.00. Ahora bien, esta marca olímpica fue la peor conseguida nunca desde Los Ángeles 1932.
Pero no solo el argelino sobrepasó el tiempo del corredor norteamericano sin discapacidad. El etíope Tamiro Daemisse (3:48.49), el keniano Henry Kirwa (3:49.59) y el argelino Fouad Baka (3:49.84) hubieran peleado también por la presea dorada en las Olimpiadas de hace un par de semanas.
Si el hecho ya de por sí es asombroso, lo es aún más el tiempo del africano, que fue récord del mundo paralímpico. Hasta ahora, el mejor tiempo en 1500 metros de un atleta sin discapacidad la ostenta el marroquí Hiccham El Guerrouj (3:26.00) mientras que el récord olímpico lo tiene el keniano Ngeny Ngeny (3:32.07).
De momento, ellos cuatro pasarán a la historia como los únicos que han conseguido tal hazaña aunque hubo otros que lo rozaron con la punta de los dedos. Es el caso del saltador de altura indio Thangavelu Mariyappan, sin movilidad en la pierna derecha después de que un camión lo atropellara con sólo cinco años. Él se alzó a lo más alto del podio con un salto de 1,89 metros, sólo 8 centímetros menos que la marca conseguida por la española Ruth Beitia, que se llevó el primer puesto.
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