EL IMPUESTO PARA RICOS, CONVERGÈNCIA Y EL BOSQUIMANO

Recuerdo con una sonrisa la primera vez que vi la película “Los Dioses deben estar locos”, donde un bosquimano llamado Xi, que vivía con su comunidad en el desierto Kalahari, tranquilo, feliz, sin conflictos y con sus pocas necesidades cubiertas, le cae a su lado una botella de Coca-Cola que un piloto poco ecologista había tirado por la ventanilla.

Él, que siempre había estado convencido de que los dioses que estaban arriba eran los proveedores de todas sus necesidades, pensó que también les había enviado ese extraño objeto que con el tiempo solo traería problemas entre los suyos. La historia sigue pero es mejor ver la película que leer mi explicación, que solo sirve como introducción al tema que quiero explicar.

El gobierno de Junts pel Sí, cuyo único objetivo que une a los partidos independientes que lo forman es declarar la independencia de Catalunya y mantener la tan manida “hoja de ruta” aunque ideológicamente están en la antípodas, quiere con el consentimiento de la antigua CDC poner un impuesto alto a las grandes fortunas de Catalunya. Sí, a los del dinero que durante tantos años han “protegido” a los Pujol, Roca, Mas, Macià, Prenafeta, Puig y una extensa lista de políticos de su propio partido. Muchos de esos empresarios ricos, como por ejemplo los Carulla, Sumarroca, Grifols, Joan Font, estarán encantados con la gran idea, que ya algunos han catalogado como peregrina o impuesto cupero…

Para algunos la mala “suerte” es por partida doble ya que a las bebidas azucaradas también se las quiere gravar con un impuesto por contribuir a la obesidad de las personas. Es el caso de Coca-Cola, no la del bosquimano Xi, sino la de la familia Daurella, propietaria en España de la concesión, que seguro estará encantada de la vida con esta nueva idea. “Nadie que ha bebido agua toda su vida, debe olvidarse de la fuente que se la dio”, dicen…

La impulsora de la idea es la anticapitalista y antisistema CUP, muy coherente con su ideología. Lo extraño es la postura de los exconvergentes, que se están dejando arrastrar por ellos. ¿Se han olvidado a quiénes representan? ¿Saben quiénes son sus votantes? ¿Se han dado un golpe en la cabeza y han visto la luz? Todo es posible en esta Catalunya donde nada es lo que parece y la incongruencia está a la orden del día.

Decir amén a todo lo que se le ocurre a la CUP para conservar el poder es impropio de un partido que ha estado gobernando durante muchos años y sabe lo que sabe, de la noche a la mañana, como la Coca-Cola de Xi, les ha revuelto el patio en su partido y quieren demostrar lo contrario de lo que no han sido. Todo eso con el beneplácito de ERC, gran beneficiada de las pifias que están cometiendo sus socios y que recogerán en forma de votos en las próximas elecciones. “Antes de negar con la cabeza, hay que asegurarse de que la tienes”, decía Truman Capote.