El clásico se ha resuelto con un empate y 30.000 esteladas

La carga política nunca había estado tan presente en un clásico. Y aún menos desde las multas de la UEFA al Barcelona por las esteladas mostradas tanto en el Camp Nou como durante la final de la Champions de Berlin el 6 de junio del 2015. 

Las esteladas se han repartido fuera del campo y se ha promovido el hastag #EsteladesClàsic a las redes sociales. La muestra de soberanismo es mucho mayor a tribuna y algo más discreta en las otras gradas. Además, todo el mundo ha podido ver la gran pancarta, que ponía "Welcome to the catalan republic", delante de la tribuna mientras sonaba el himno.

EL ENCUENTRO

El encuentro ha tenido una final de infarto. El Barcelona ha marcado gracias a un gol de cabeza de Luis Suárez y ha recortado la distancia para el Real Madrid Sergio Ramos, también con la testa, a falta de un minuto para el final, lo que ha permitido al Madrid sumar su 33 partido consecutivo sin conocer la derrota.

Los azulgrana han jugado mejor a partir de la entrada al campo de Iniesta. El magnetismo del manchego, con ese gusto por el trato corto con el balón, y esa calma que tanto envidian los cirujanos, ha cambiado por completo a un Barcelona que ha sufrido en la primera parte ante un Madrid ordenado. Con el tanto del uruguayo, que ha llegado gracias a un gran saque de falta de Neymar, el ánimo de los blancos ha tocado el suelo, no ha encontrado la reacción que requería y ha pagado esa falta de ideas ante un Barça que se ha reconocido gracias a un Iniesta capital. Su impacto en el juego ha relajado a sus compañeros, hasta ese momento atribulados.