Turquía empieza a dictar las primeras condenas por el fallido golpe de estado del pasado julio

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Los tribunales turcos han emitido este jueves las primeras sentencias relacionadas con el fallido golpe de estado del pasado 15 de julio en Turquía.

Han condenado a cadena perpetua a dos militares vinculados al influyente clérigo Fethullah Gülen, a quien el Gobierno turco señala como el verdadero 'cerebro' del motín.

Uno de los condenados es el comandante de la Gendarmería a la región de Erzurum, el coronel Murat Kocak, a quién Gülen habría prometido un alto cargo militar en esta provincia, de acuerdo con una lista con el nuevo organigrama que pretendían imponer los golpistas y que ha sido aportada como prueba en el juicio.

El otro condenado es el director del Departamento de Orden Público y Operaciones de Erzurum, el general Murat Yilmaz, a quien otro tribunal ha considerado culpable para usar la aplicación de mensajería encriptada ByLock, que, de acuerdo con las autoridades turcas, utilizan todos los 'gülenistes'.

En los dos casos, las autoridades judiciales se han negado a conceder reducciones de la pena por buen comportamiento, según informa el diario local 'Hurriyet'.

AUTÉNTICA PURGA

La noche del 15 de julio un grupo de militares rebeldes salió a las calles de Ankara y Estambul para desafiar el Gobierno presidido por Recep Tayyip Erdogan. La revuelta fue sofocada pero más de 240 personas perdieron la vida y más de 2.000 quedaron heridas.

El Ejecutivo ha puesto en marcha una purga de 'gülenistas' a partir de la cual ha expulsado de las instituciones estatales 120.000 trabajadores públicos --si bien algunos han sido readmitidos--, incluidos 22.000 militares.

Además, las autoridades turcas han detenido miles de personas. Esta segunda fase de la ofensiva gubernamental se ha dirigido sobre todo contra los medios, a pesar de que afecta también políticos y ahora empresarios.

Erdogan ha señalado a Gülen como el autor intelectual del motín militar, cosa que el clérigo ha negado, y ha sugerido que fue un autocop de Estado. Turquía ha solicitado la extradición en los Estados Unidos, donde vive desde hace años, pero el Departamento de Justicia todavía no se ha pronunciado.

El clérigo turco, Fethullah Gülen