LA CONJURA DE LOS NECIOS

Afirmaba John Kennedy Toole en la obra que da título al presente artículo que: “la forma en que descubrirás a un genio, es que todos los necios se conjuran contra él”. Esto es lo que está ocurriendo estos días a raíz del juramento como presidente de EEUU de Donald Trump.

Con ello no quiero decir que Trump sea un genio, algo que no creo, pero si que quienes le critican y se manifiestan son lo segundo, o al menos creen que el resto de la humanidad lo somos, bien por haberle votado o por no salir a protestar.

Los manifestantes, que se tienen por defensores de la democracia, afirman en sus protestas que no es su presidente, entonces la pregunta pertinente es ¿cuáles son para ellos las reglas de la democracia?, pues parece ser que sólo aquellas que les interesan a ellos, es decir si sale lo que me gusta es democrático, si no, no vale.

Todos los pijoprogres se han unido en la protesta, cuando Trump aún no ha empezado a gobernar, pero estuvieron callados ocho años en los que la presidencia de Obama creó la mayor desigualdad social en la sociedad norteamericana, se cerraron multitud de empresas, y se bombardearon varios países con la excusa del terrorismo yihadista, provocando el caos en el Próximo Oriente, miles de refugiados, destrucción y finalmente y lo más importante: el terrorismo sigue ahí.

Por no hablar de las estafas financieras de bancos y sociedades de bolsa que han hundido a miles de ciudadanos de todo el mundo, por la avidez de los brookers de Wall Street; por cierto todos ellos donantes de la campaña de Hillary Clinton; algo que parece no molestar a los actores de Hollywood con Meryl Streep a la cabeza.

Y la izquierda europea que ha estado desaparecida en combate mientras la globalización llevaba a la miseria a miles de clases medias y trabajadoras, ahora se levanta contra Trump, cuando lo único que ha hecho ha sido apoyar las medidas de austeridad y recortes que han llevado a que sus votantes se dirijan en masa a votar a personas como Trump y similares.

No ser tan necio, y si más valiente en cambiar la ideología, volver a ser de izquierdas de verdad, para transformar la sociedad y hacerla más justa, es lo que toca, y dejar las necedades para el burlesque.