Protestas en Rumanía por un polémico decreto que despenaliza la corrupción
El Gobierno está decidido a seguir adelante. En la calle, las manifestaciones son las más multitudinarias desde la caída del comunismo.
El Gobierno de Sorin Grindeanu está decidido a seguir adelante con el controvertido decreto de emergencia que suprime algunos delitos de corrupción y que ha provocado las manifestaciones más multitudinarias registradas en Rumanía desde la caída del comunismo.
Después de que unas 250.000 personas salieran a las calles el miércoles para reclamar la supresión de la medida adoptada un día antes y que uno de los ministros haya dimitido en desacuerdo con esta, la ejecutiva del gobernante Partido Social Demócrata (PSD) se ha reunido para cerrar filas.
Al final de la reunión, su líder, Liviu Dragnea, ha recalcado que el Gobierno no dará marcha atrás al mismo tiempo que ha defendido que las multitudinarias manifestaciones contra la medida son resultado de la desinformación.
"Estamos siendo testigos de una campaña de mentiras y desinformación que no había visto desde la Revolución", ha subrayado. Dragnea ha dicho que siendo "todo el respeto por los manifestantes, pero al mismo tiempo es importante protestar sin violencia", en referencia a los altercados protagonizados por un grupo de violentos el miércoles por la noche.
"Espero que el Ministerio del Interior y la oficina del fiscal consigan encontrar quién planeó, organizó y pagó las acciones violentas de esta noche", ha añadido
Así mismo, ha defendido la legitimidad del Gobierno, subrayando que "el PSD ganó de forma justa las elecciones, con una votación masiva". "El Gobierno ha ejercido legalmente su poder, en cumplimiento con la Constitución", ha sostenido, "y está decidido a ejercer tanto el poder Ejecutivo como el Legislativo".
Dragnea ha sostenido que "cualquier intento de minar la actividad del Gobierno es un intento de desestabilizar la orden en Rumanía", según informa 'Rumanía Journal'. Los dirigentes del partido han ofrecido su apoyo a Grindeanu, así como al ministro de Justicia, Florin Iordache, quién promovió la medida.
Después de la intervención del líder del PSD, ha tomado la palabra Grindeanu, que ha confirmado el que se ha dicho por este, recalcando que no se suprimirá el decreto. "Tomamos una decisión hace dos días y seguiremos adelante con ella", ha aseverado.
Así mismo, ante las repetidas preguntas de los periodistas sobre si se planteaba dimitir ante las multitudinarias protestas, el primer ministro lo ha descartado y ha recordado que "millones" de rumanos votaron por su partido en las elecciones.
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