​Los hogares españoles están preocupados por la eficiencia energética

El 52,3% de los españoles estaría dispuesto a invertir dinero para mejorar la eficiencia energética de su casa, según se desprende de un informe realizado por pisos.com con motivo del Día Mundial de la eficiencia energética.

Según el portal inmobiliario, los encuestados tienen "bastante clara" la relación que hay entre el ahorro y la eficiencia, ya que tres de cada cuatro consideran que una "mayor" eficiencia es sinónimo de un menor coste de los suministros. Sin embargo, uno de cada cuatro cree que las reformas no se amortizan con el consumo energético.

Las acciones que llevarían a cabo en primer lugar para mejorar la eficiencia serían la implantación de ventanas de doble acristalamiento, según el 43,2% de los encuestados; la instalación de un sistema de calefacción eficiente (22,7%) o el establecimiento de bombillas de bajo consumo (20,5%).

Por otro lado, el 18,2% de los españoles afirma estar "plenamente concienciado", mientras que un 63,3% asegura tener hábitos correctos, pero que la "pereza y el desconocimiento" le impiden alcanzar un "nivel más racional en el uso de los recursos energéticos".

Sobre el coste de los suministros, el 61,4% de los entrevistados valora como adecuado el coste de sus facturas energéticas, mientras un 38,6% cree que este es "excesivo". La electricidad es la peor parada en la encuesta de pisos.com, ya que un 76,7% de los encuestados afirma estar en desacuerdo con el importe a pagar.

Por otro lado, respecto al certificado energético, un 65,9%, independientemente de si la casa es propia o de alquiler, afirma contar con él, mientras que un 34,1% señala que carece del mismo y un 47,7% apunta que no conoce la calificación de su certificado.

Para el director general de la plataforma, Miguel Ángel Alemany, la concienciación acerca de la eficiencia energética es "esencial", ya que ciertos recursos son "limitados" y deben emplearse de forma sostenible, "pensando en el futuro".

Por otro lado, Alemany ha subrayado que es posible aplicar una serie de rutinas "sencillas" en el hogar respecto al consumo energético que repercutirán positivamente en el ahorro y en la calidad de vida.