Dicen que un gobierno debe velar por sus niños, ancianos y personas con dificultades. Ahí se aprecia la calidad humana, política y se definen las prioridades del mismo.
Las personas deberían ser las prioridades de cualquier gobernante, ¿es así?, creo que no y me duele. La política algunos dicen que es muy complicada y nadie la entiende Pero hay una cosa que es marcar las prioridades, ¿ las hay? , sí, en los presupuestos.
Esta semana, los responsables de los centros especiales de trabajo, levantaban la voz, de manera desesperada porque llegan las vacaciones, y en el mes de septiembre, muchos de ellos no levantarán las persianas.
Estos centros no tienen dinero para seguir aguantando las deudas del gobierno de Puigdemont; llevan 6 meses sin cobrar el dinero que les adeudan.
"Si este problema no se soluciona, eso quiere decir que muchas personas discapacitadas se van a quedar en su casa".
El trabajo para su integración en la sociedad, para relacionarse, para sentirse útiles es fundamental para estas personas.
¿Cómo es posible que se haya llegado a esta situación?. No hay dinero, dirán inmediatamente, Madrid no paga, estamos ahogados. Pero eso es una mentira interesada: se hacen viajes por el mundo para explicar lo malo que es el gobierno central, hay dinero para urnas, y muchas otras cosas.
Pero, ¿no hay dinero para los centros especiales de trabajo?. ¿En qué país vivimos?. ¿ Donde está la sensibilidad de un país moderno?.
La ciudadanía no puede quedarse de manos cruzadas viendo como dentro de dos meses, unos 35 centros de trabajo especial dejarán de funcionar y un buen número de trabajadores discapacitados perderán su derecho a un trabajo digno . ¿Alguien lo entiende?, ellos no y sus familias tampoco.
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