El responsable de seguridad de Renfe dice que la frenada de 200 a 80 en Angrois era "normal"
El director de seguridad de Renfe defiende que su "sensación" era que los maquinistas no le veían problema.
El director de seguridad en la circulación de Renfe, Antonio Lanchares, aseguró en sede judicial esta semana que su "sensación" era que los maquinistas consideraban que el salto de velocidad que se producía en la curva de A Grandeira, donde había que reducir de 200 a 80 kilómetros por hora, era "normal entre comillas".
Sometido al interrogatorio del magistrado, el jefe de seguridad de Renfe respondió a dos cuestiones fundamentales en la causa abierta para determinar las responsabilidades penales derivadas del siniestro: el aviso de un jefe de maquinistas justo después de la inauguración de la línea que supuestamente nunca le llegó y la desconexión del sistema 'ERTMS' embarcado por un mes que se prolongó durante un año.
En lo relativo a la curva que se encuentra a pocos kilómetros de la estación de Santiago, a la altura del barrio de Angrois, Lanchares dijo: "La sensación que yo tengo es que las personas (por los profesionales) consideraban que ese salto de velocidad era un salto de velocidad, digamos, normal entre comillas".
Para ello, se basó en que "desde la inauguración de la línea hasta el momento del accidente circularon más de 8.200 trenes y se hicieron 127 acompañamientos, y en ninguno de ellos se indica nada".
"YA LO DIJE AL DE SEGURIDAD"
Justo después de descarrilar, Garzón llamó al centro de control de la estación de Renfe en Atocha, para comunicar lo sucedido, y se lamentaba de la siguiente manera: "Es que... eh... la tenía en verde y me despisté y... cómo se llama.. y tenía que pasar a 80 y paseé a 190 o una cosa así...
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